Hemos hablado de las lesiones más comunes en la población como la lumbalgia y la cervicalgia. En este artículo queremos abordar otra de las lesiones más usuales, sobre todo en el ámbito deportivo: la tendinitis. La tendinitis es muy frecuente en deportes como fútbol, ciclismo, basquetbol, voleibol y tenis.

Los tendones están formados por fibras de colágeno en una red longitudinal. El ejercicio prolongado y excesivo puede conducir a microdesgarros de estas fibras que causan un fuerte dolor. Esta condición puede ser provocada por diferentes factores como uso excesivo, trauma, infección o degeneración.

¿Qué causa la tendinitis?

La tendinitis puede ser aguda o crónica. 

  • Tendinitis aguda: el dolor aparece de repente por algún trauma o un movimiento excesivo.
  • Tendinitis crónica: el daño tisular viene de atrás. Suele presentarse en deportistas y en personas con constante actividad física por una sobrecarga en el músculo. 

Incluso es probable que este esfuerzo estire el tendón de tal manera que pueda deteriorarse o desgarrarse directamente, disminuyendo el rendimiento deportivo.

Los síntomas generales de la tendinitis son el dolor, hinchazón, rigidez y pérdida de movimiento. Y cuando el tendón sufre estas dolencias constantes, incluso puede llegar a endurecerse por un proceso de calcificación. Esto es lo que conocemos como tendinitis calcificante.

Tendinopatías más comunes

La inflamación del tendón de Aquiles es una de las más comunes. El tendón de Aquiles conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón y puede lesionarse fácilmente al correr o saltar.

La tendinitis rotuliana es causada por uso excesivo, lesión o tensión repetitiva en la articulación de la rodilla. El tendón rotuliano se extiende desde debajo de la rótula hasta el hueso de la tibia y puede lesionarse fácilmente por un sobreentrenamiento.

La tendinitis del manguito de los rotadores se desarrolla cuando usas el brazo durante períodos prolongados sin descansar y puede causar dolor en la articulación del hombro cuando levantas pesas o realizas otras actividades que ejercen presión sobre esta área.

Es importante que tengas en cuenta que las alteraciones biomecánicas también influyen en la inflamación de los tendones. Una mala postura o un trastorno de la marcha puede agravar la situación en caso de tendinitis rotuliana o del Talón de Aquiles.

Cómo tratar la tendinitis para una rápida recuperación

Hay muchas opciones de tratamiento para la tendinitis. La forma más común de tratamiento es la fisioterapia. Durante este proceso, aprendes ejercicios para ayudar a fortalecer tus músculos y tendones. También te enseñamos a estirar correctamente para evitar lesiones mayores.

Hay medidas esenciales a tomar antes de iniciar el tratamiento:

  • Descansar el área lesionada.
  • Evitar actividades que agraven el dolor. 
  • Colocar compresas frías para ayudar a bajar la inflamación.

Métodos de rehabilitación de tendinitis

Algunas de las técnicas que recomendamos son:

El plasma rico en plaquetas es una técnica de recuperación exitosa porque los tendones no siempre tienen la capacidad de regenerarse como otros tejidos del cuerpo. Incluso en casos graves, es necesaria la intervención quirúrgica.

Consúltanos si empiezas a bajar tu rendimiento deportivo por dolor e inflamación. Hemos reunido a los mejores traumatólogos deportivos para las diferentes patologías, entre ellas la tendinitis.